lunes, 16 de mayo de 2011

Vergonzantes las violaciones a los derechos de los niños y niñas con discapacidad que viven institucionalizados en México*


Recordarán que el 3 de diciembre del año pasado, a propósito de la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad (PcD’s), hablamos aquí sobre la presentación pública del “Informe Abandonados y Desaparecidos: Segregación y Abuso de Niños y Adultos con Discapacidad en México”.

Con gran indignación les compartí entonces un par de testimonios que estoy segura a más de uno le provocaron escalofrío –y espero que algo más: un cambio de actitud frente a las personas con discapacidad psicosocial–, de los muchos que documentan en este informe en el que comenzaron a trabajar en 2009 Disability Rights International (DRI) y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), a partir de visitas a diversos hospitales psiquiátricos del país con la finalidad de observar, documentar, informar, concientizar y sensibilizar sobre la “situación de extrema vulnerabilidad y sistemática violación a los derechos humanos de las personas con discapacidad psicosocial (PCDPS) internadas en estos lugares”.

Dicho Informe es pues, como expliqué entonces, el resultado de más de un año de documentación e investigación sobre la segregación y abuso a que se enfrentan miles de adultos, jóvenes, niños y niñas con discapacidad en las instituciones mexicanas y que alcanza niveles vergonzantes...

Aquí les dejo de nuevo ese post de finales de año para lo que no tuvieron oportunidad de leerlo, el cual nos dejó el sabor amarguísimo de datos confirmados como el siguiente: ¡En pleno siglo XXI se siguen practicando lobotomías sin consentimiento de pacientes ni familiares!

Pero hoy vuelvo al “Informe Abandonados y Desaparecidos…” porque éste, en un documento actualizado por DRI a lo que va de 2011, se presentó ayer en las instalaciones de la Fundación para la Protección de la Niñez, ubicada enfrente de la Cineteca Nacional, en Coyoacán. En coordinación también con la Red por los Derechos de la Infancia.

De nuevo el objetivo de la presentación fue “informar sobre las sistemáticas y graves violaciones a los derechos humanos de las personas con discapacidad que se encuentran institucionalizadas” en México, pero ésta vez, con una perspectiva en los derechos humanos de los niños y niñas, quienes muchas veces, al igual que las mujeres se les coloca en una situación de invisibilidad, al no abordar ni siquiera el tema.

Un ejemplo, en nuestro post anterior, al hablar también de niños y niñas con discapacidad y la educación inclusiva.

Lo he dicho antes, ahí los periodistas y los medios de comunicación tenemos una cuenta pendiente… No sólo abordando estos temas, sino cuidando cómo lo hacemos.
Pero regresando al Informe, un día antes de esta presentación, a la que vino Eric Rosenthal, Director Ejecutivo de DRI –con sede en Washington pero con una labor loable en el mundo por la promoción y supervisión de los derechos de las PcD’s con discapacidad psicosocial–, Sofía Galván habló con Mundo D.

Galván es precisamente la directora para México y Centroamérica de DRI, y al preguntarle si podíamos ubicar en una escala numérica la gravedad de la violación de los derechos de niños y niñas con discapacidad, en relación con otros grupos en situación de vulnerabilidad, como mujeres, indígenas o personas adultas mayores, entre otras, simplemente dijo que uno de los datos más sorprendentes es que no hay estadísticas y por tanto es difícil dar una respuesta a esa pregunta en términos estadísticos.

Para empezar, no existe un registro de dónde se encuentran los niños con discapacidad institucionalizados, tampoco un número de niños con discapacidad que hayan sido adoptados, por ejemplo”, señala Galván.

Hace poco Cristina Pérez-Stadelmann nos habló sobre éste último tema, ¿recuerdan?

Nos relata Sofía Galván que durante la elaboración de este Informe, se realizaron entrevistas con personal del DIF, para indagar qué información había o por qué no la había sobre el registro de niños con discapacidad en casas hogar o en adopción.

La respuesta del DIF, nos cuenta Sofía: No hay datos. Y el hacer un registro estadístico, le correspondería a la Secretaría de Salud…

¿Y la respuesta de la Secretaría de Salud? “Ellos dicen que le toca al DIF…”.

Sin duda estas respuestas que se dieron a DRI durante la elaboración del Informe, retratan la ausencia en nuestro país de políticas y estrategias diseñadas para la atención de personas con discapacidad, y en este caso para niños con discapacidad que por alguna razón, permanecen en alguna institución, ya sea pública o privada.

Un caso ilustrativo de la no protección del Estado hacia los niños institucionalizados y la falta de registros, nos recuerda Sofía, es el caso de Casitas del Sur.

Cierto, imaginemos la falta de regulación al respecto.

El Informe de DRI es contundente:

“El gobierno de México no tiene registro alguno de cuántas personas están internadas en instituciones psiquiátricas, orfanatos, albergues y otras instituciones para personas con discapacidad”.

Uno de los principales señalamientos del Informe es que muchos de estos niños –que no siempre han quedado sin padres, simplemente a muchos de ellos los abandonan por carencia de recursos, o se les encuentra en situación de calle– terminan en instituciones de ese tipo “por falta de servicios comunitarios” que cubran sus necesidades o apoyen a las familias de éstos en su desarrollo.  

Vean estos terribles casos documentados por DRI, en la institución Fraternidad sin Fronteras, una de las que el mismo organismo internacional visitó hace 10 años, sin notar diferencias sustanciales en ellas:

Giovanna es una niña con una discapacidad muy severa. Tiene madre y un hermano. Su discapacidad mental afectó a toda su familia. No tenían suficiente dinero para comprar comida y medicamentos. La madre estaba desesperada, así que intentó matar a la hija. Directora de Fraternidad sin Fronteras

Tenemos a un niño aquí de nombre Israel. Vivió en un bote para basura hasta los doce. Perdió un ojo. Fue enviado aquí, a esta institución, cuando las autoridades lo encontraron. Ahora es autista. Directora de Fraternidad sin Fronteras

Frente a historias como éstas quedan pocas palabras… El gobierno mexicano y la sociedad en general tenemos acciones pendientes que emprender para cambiar esta situación. ¿Cuándo vamos a empezar?

*Este es un fragmento de mi más reciente post, publicado en mi blog, Mundo D, publicado en la página web de El Universal cada viernes, si quieres leerlo completo, solo tienes que ingresar aquí.

Katia D'Artigues / Infoinclusión

No hay comentarios:

Publicar un comentario