Una raya más al tigre… digo, al gobierno federal. Sí, una más en relación con la ausencia de políticas inclusivas para personas con discapacidad.
Para variar, la polémica Cédula de Identidad Ciudadana (CEDI) –que ya ha generado baste ruido por la advertencia de posibles usos ilegales o delictivos a partir de esa base de datos–, no considera en esta primera etapa de su emisión para menores de 18 años, la viariable: discapacidad.
Ya que se decidió crear este nuevo documento ¿por qué no se incluye ese indicador? ¿habrán considerado siquiera esa posibilidad los responsables de diseñarla?
¿Por qué no? ¿Acaso no se supone que la famosa CEDI se debe convertir en garantía de identidad legal y jurídica “para cada ciudadano del país”? ¿Acaso las personas con discapacidad no son y cuentan como “cada ciudadano del país”? Les recuerdo que de acuerdo con cifras de la OMS, representan el 10 por ciento de la población mundial, y en México… bueno, estamos esperando las cifras del INEGI a partir del Censo de Población 2010, ya nos tocará también hablar sobre ese tema.
¿No se supone que una de sus ventajas es evitar la discriminación?
Les cuento que justo esta semana la siempre activa diputada Claudia Anaya, del PRD, decidió enviar una carta dirigida al Secretario de Gobernación (Segob), Francisco Blake Mora, de la cual tengo una copia –con el sello de “Recibido” en la Segob el pasado 26 de enero a 1:17 de la tarde.
Como Presidenta de la Comisión Especial Sobre la No Discriminación y Secretaria de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables (deberíamos decir Grupos en Situación de Vulnerabilidad, pues no nacen siendo vulnerables, su entorno es que los coloca en situación vulnerable), Anaya le externa en la misiva su preocupación por el hecho de que la CEDI no incluya el indicador discapacidad.
Katia D'Artigues / Infoinclusión
katia@infoinclusion.com
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