domingo, 31 de octubre de 2010

Inclusión Social de personas con Discapacidad



            Pensar en la Inclusión Social de Personas con Discapacidad es necesariamente pensar en una Sociedad Incluyente, en donde todos los actores sociales, con o sin discapacidad son protagonistas y gestores del  Modelo Social. Este es un gran recorrido en donde cada uno de nosotros  tenemos que  descubrirnos para ver cómo estamos caminado, hacia dónde nos dirigimos y principalmente junto a quiénes y cómo gestamos esta nuestra sociedad.  Podemos mirar  el camino desde muchas visiones, desde muchas “paradas”, desde diversos puntos panorámicos, para sacar una foto y esto es lo queremos proponerles, unas pequeñas paradas en nuestro camino, para sacar algunas fotos  y compartirlas con nuestros compañeros de aventura en el camino de la vida.
            La primera foto que les proponemos, son dos modelos que implican visiones muy distintas, depende cuál de ellas elijamos, nos llevarán por caminos diferentes. El modelo Médico y el Modelo Social. ¿Qué significa optar por cada modelo, en qué cambia el camino?  Bueno  un simple “mapa”  para ayudarnos.



 Modelo Médico
Modelo Social
La discapacidad es un problema
 Personal  Individual Privado
Social - colectivo
El eje de la intervención es
El tratamiento
La rehabilitación
La acción y la integración social
Las soluciones surgen alrededor de
La intervención profesional
La responsabilidad individual y colectiva
Se adapta/n
La persona a su discapacidad
Los ambientes a las personas
Se Registran
Las desviaciones de la norma, los síntomas
 Los prejuicios, la    
discriminación, el        incumplimiento de los
derechos
El estado implementa
Una política sanitaria
Una genuina acción
del  pueblo

La acción mas importante es
El cuidado
La asistencia
La cura
La promoción de
 los Derechos Humanos



            Para saber en qué camino estamos de estos dos posibles, tenemos que pensar en  aquellas  estrategias que  desarrollamos  para mejorar la calidad de vida de las personas  que comparten nuestros caminos de cada día. Y esta perspectiva es ya una opción, aquella que se centra en la persona y la considera como centro y protagonista de su propia vida y del mismo  proceso de integración lo cual a su vez, genera un nuevo espacio al que llamaremos “cuarto espacio” (en donde nos detendremos mas adelante de nuestro recorrido).

            Muchas veces las consecuencias funcionales y emocionales de una discapacidad no siempre son propias de la discapacidad, sino de la respuesta que el ambiente le dio.
Del Vínculo que generamos con la persona discapacitada y de las  intervenciones habilitantes.
            Partimos de esta afirmación, como un Paradigma. El  paradigma es una estructura de pensamiento que condiciona la forma de ver las cosas, prescribe cuáles son las investigaciones y abordajes adecuados y anticipa los modos de verificación de los enunciados que se hagan sobre los objetos abordados. No es otra cosa que nuestra propia forma de “Ver” el mundo, identificar problemas y encontrar soluciones.

            Tradicionalmente la discapacidad se ha caracterizado y diagnosticado  como una condición que requiere atención médica, rehabilitación y asistencia permanente y de por vida, creencia basada en la deficiencia individual  (paradigma del déficit, Modelo Médico). Desarrollar una respuesta desde este paradigma es desarrollar un abordaje que se focaliza en suplir, compensar, reemplazar o simplemente  dar lo que falta. Así muchas personas con discapacidad se limitan a aceptar pasivamente lo que se les ofrece y a tolerar y agradecer lo que otros “con poder”  (científico, religioso, terapéutico etc.)  no discapacitados, y con formación académica  les ofrecen.

            Plantearnos un abordaje centrados en  el Modelo Social   es colocarnos en el lado opuesto a esa postura.  Es situarnos  en comprender  la discapacidad desde la diferencia, desde la participación social, desde los recursos y estrategias (apoyos)  que la persona requiere para optimizar su nivel de funcionamiento en las actividades que desea y puede llevar a cabo. Es hablar y planificar desde el proyecto de vida de esa persona, de su autodeterminación, de sus afectos y de su inclusión social, desde sus gustos propios y opciones; desde sus deseos y expectativas, desde sus redes sociales primarias e institucionales.  En definitiva, es desarrollar una estrategia y abordaje centrados en la PERSONA y en sus vínculos.  Es  ubicarnos en el “paradigma de la diferencia”.

            El paradigma de la diferencia  (del latín di-ferens: dos caminos) se basa justamente en esa diferencia como una condición cualitativa del sujeto que va  por otro camino. El pronóstico no es determinado por un diagnóstico sino que es  dependiente de las  intervenciones   de habilitación y protagonismo que se desarrollen con la persona.  No depende la planificación de su CI o de su patología, sino de su capacidad de amar  y relacionarse. De su capacidad de tomar y sostener decisiones  autodeterminadas y respetadas por el entorno.
El paradigma de la diferencia  procura brindar los apoyos que las personas con limitaciones funcionales necesitan para tener la vida que ellos quieran tener y puedan sostener.

            Si uno piensa y planifica  en apoyos y en niveles de apoyos deja de pensar en una persona dependiente a lo largo de la vida en todos los aspectos y pasa a pensar y programar algunos apoyos, ciertas “ayudas”  que la persona requiere  durante algún tiempo en algunas áreas[1]. Una determinada patología puede durar toda la vida; la discapacidad no necesariamente tiene porqué durar tanto.
            Y en este punto los invitamos a tomar otra foto en nuestro recorrido, y descubrir el “paisaje”,  Los Apoyos y la autodeterminación:

            El apoyo es  “…un puente que se establece entre las  capacidades y las limitaciones de una persona y una comunidad para alcanzar los objetivos relevantes para esa persona y esa comunidad. No es lo mismo que dar ayuda, recibir tratamiento o  hacer lo que es correcto. Los apoyos son acciones inclusivas, planificadas, personalizadas, evaluadas. Pueden ser objetivamente medidos, para lo cual se necesita una herramienta y capacitación previa…”[2]
El apoyo como recurso y estrategia se orienta a:
Ø      Promover los intereses y el bienestar de los individuos produciendo  una mejora en la independencia personal y en la productividad.
Ø      Posibilitar el acceso a recursos, información  y relaciones propias de ambientes de trabajo y de vivienda integrados.
Ø      Generar una mayor participación  en una sociedad interdependiente.
Ø      Desarrollar una mayor integración comunitaria y una mejor calidad de vida
Ø      Satisfacer  las necesidades subjetivas de los individuos en relación a su autodeterminación y proyecto de vida.
Ø      Centrar el protagonismo en la persona que solicita  o recibe ese apoyo.
Ø      Habilitar  a  la persona discapacitada  honrando  sus elecciones y respetando sus decisiones.      

            La metodología de trabajar desde el apoyo y la autodeterminación de la persona discapacitada  centrándonos en sus expectativas y deseos (en definitiva, en su proyecto de vida)  es casi una revolución institucional, porque conlleva de suyo una redistribución del poder y del ejercicio del mismo, sobre todo desde la  toma de decisiones,  en donde la fortaleza está dada no en la  capacidad programática e idoneidad del profesional o del  actor social correspondiente sino  en habilitar y sostener  el mismo acto y ejercicio de la toma de  decisiones autodeterminadas de las personas con discapacidad para su propia  vida,  protagonistas de sus propios destinos.

Asumir este protagonismo de la persona con discapacidad y nuestra responsabilidad por honrarlo  nos exige detenernos y  sacar una nueva foto panorámica, la que nos va a ayudar a entender nuestro compromiso social por construir juntos una sociedad incluida e integrada.

            La vida humana se desarrolla sincrónicamente en  espacios vinculares de existencia real y límites verticales[3].

PRIMER ESPACIO
El otro es una réplica un otro similar a mí, otro humano.
Se efectúan los procesos de humanización, que es una de las etapas del desarrollo subjetivo: ser visto como un ser humano.
Si no se reconoce al otro como réplica, no hay reconocimiento de lo humano.
Se constituye por corporización y es el espacio más íntimo
Corresponde a nuestro propio “self” más estricto, nuestro propio cuerpo, nuestras fantasías, e involucra a nuestro hogar, la lengua que hablamos, la ciudad en que vivimos.

SEGUNDO ESPACIO
El otro es un semejante que devuelve una imagen de ser humano completo y diferente, a modo de espejo.
En principio son los miembros de la familia y con quienes se comparte la infancia
No se elige a las personas de este espacio, se las siente, se las padece.

TERCER ESPACIO
El otro es un par, un compañero, quien puede remplazarme y a quien puedo reemplazar. 
Nos unimos a través de diferentes modos de “contrato”.
Se busca diluir las diferencias y reforzar igualdades. Son los vínculos por elección; se los siente para siempre, aunque terminen o puedan terminar. 
Las parejas, los amigos, los vecinos, los simpatizantes, con quienes habitualmente nos relacionamos.

CUARTO ESPACIO
El otro es nuestro prójimo. La diferencia del otro me compete por mutuo deseo de vincularnos a través de las diferencias.  
Es el espacio clave para la inclusión. Existe por la voluntad de los actores sociales.  
Se actualiza por compromiso; es extremadamente frágil y efímero: dura mientras se lo hace durar.  
Es el de la verdadera otredad y el de la praxis social.
Se da en el voluntariado, las actividades amateurs y los vínculos profesionales con compromiso trascendente.  

QUINTO ESPACIO
El otro es ajeno.
Sobre ese otro no pensamos nada en especial, hasta tanto no tenga consecuencias directas en nuestras vidas.
Tiene una existencia conceptual, muy mediatizada por representaciones previas (o por flujos del imaginario social), no por vivencias ni experiencias
Puede resultar indiferente, o despertar las miserias racistas o xenófobas o simpatizar sin necesidad de que haya un contacto directo.


            Entre el tercer espacio y el resto del mundo puede producirse un cuarto espacio, cuya existencia depende de la voluntad de los actores sociales. El mismo se actualiza por compromiso, por implicación mutua. En él habitan los otros, los que no son de los míos, los que no son iguales pero cuya diferencia me compete, me interesa. Por ello este cuarto espacio se constituye por implicación, por deseo de vincularse a través de nuestras diferencias. Los pares en este espacio no son réplicas ni imágenes especulares típicas del primer y del segundo espacio, tampoco hay pares como equivalentes a los que encontramos en el tercer espacio. La paridad de este cuarto espacio  es una paridad referencial, de estar a la par, compartiendo (co-partiendo) co-laborando. Los integrantes del cuarto espacio están allí por amor, por elección y por deseo. Los elegimos cada vez, sin inercia ni repetición, siempre por la diferencia, con la diferencia y para hacer una diferencia en nuestro mundo.
            Es por ello que solo en este espacio de implicación referencial estando a la par en la diferencia es donde la equiparación de oportunidades y la igualdad en dignidad tienen que palparse y demostrarse para hacer así una verdadera diferencia en la transformación social, (y no reducirla solo a los implicados directos que acordaron tratarse como iguales entre sí en un tercer espacio donde la transformación social queda tan solo como una meta declarativa y bienintencionada)

            Entonces, desde este cuarto espacio, juntos, co- laborando es desde donde podremos generar acciones verdaderamente transformadoras de la exclusión social, un nuevo paso en nuestro camino, y una “foto del paisaje” que queremos detenernos a mirar.


La exclusión o la inclusión de las personas discapacitadas dentro de la vida social es, desde un inicio, un acto social
                  Mireille Maller


La exclusión, como problemática social, ha sido abordada desde múltiples perspectivas:

1- Material: privilegia factores concretos para definir esa exclusión y explicarla:
         vivir segregado o simplemente alejado del centro de la ciudad o de la fuente de trabajo;
         carecer de los bienes materiales y financieros para mantener una vida digna;
         no estar interconectado, permanecer aislado (tanto por falta de medios de transporte, de sistemas de comunicación o de red social).
Desde esta perspectiva, la exclusión social equivale a la marginación

2- De pertenencia: pone el acento en los grupos que brindan identidad y con los cuales se comparten segmentos significativos de la vida.
 Son condiciones típicas de las personas excluidas:
         estar desempleado;
         ser analfabeto (en las grandes ciudades, puede reemplazarse por tener el secundario incompleto);
         ser inmigrante (o perteneciente a una minoría socialmente desvalorizada).
Desde esta perspectiva, la exclusión social equivale a la desafiliación


3- Basada en los derechos humanos (u otras declaraciones internacionales de derechos).
Aquellos en quienes los derechos humanos no se cumplen, son excluidos. Todo lo que tenga que ver con la educación y la salud, por ejemplo, debe estar asegurado por ley; no debería ser obtenido por el esfuerzo de la familia ya que son derechos humanos colectivos.
Desde esta perspectiva, La discriminación y las injusticias sociales serían las situaciones arquetípicas.

Frente a esta realidad social de exclusión, como actores sociales activos, debemos  plantarnos el desafío de su superación por medio de estrategias  y acciones  “sanadoras”:

  La  Integración  y  la Inclusión.

Entendemos como Integración  a la actividad de la persona con discapacidad para pertenecer a  un  grupo (apropiarse de un entorno); y a la Inclusión como la actividad de un grupo para  transformarse y construir un lugar para la persona, respetando su diversidad. 
Estas son dos estrategias complementarias y mutuamente necesarias para la normalización y por ende para la superación de la exclusión. No son opciones mutuamente excluyentes. Incluso son procesos independientes y que pueden estar descoordinados, como por ejemplo,  que alguien sea incluido donde no se quiere integrar, y se integre donde no lo quieren incluir.
Estas estrategias exigen de cada actor social el poder:
  • Respetar la diversidad: Reconocer a cada persona en su unicidad sin reducirla a lo uniforme o a la homogeneización.
  • Valorar la diversidad: Agenciar / implementar las diferencias para todos los implicados (poner a funcionar colectivamente lo singular).

Ahora sí, podríamos  utilizar  otro “mapa” para nuestro recorrido y diferenciar las diversas acciones:


Integración
Inclusión
Defiende el derecho de la persona con discapacidad
Defiende los derechos de todas las personas con o sin discapacidad
Cambios mirando prioritariamente a las personas con discapacidad
Cambios que benefician a cualquier persona (no se sabe quién gana más, todos ganan)
Las personas con discapacidad se adaptan  a  las realidades de los modelos que ya existen en la sociedad, que hace solamente ajustes
La sociedad se adapta para atender a las necesidades de las personas con discapacidad y se vuelve atenta a las necesidades de todos


            Al enconarnos en esta perspectiva y querer  plantearnos acciones concretas para coordinar estrategias para  la superación de la exclusión  por medio de la integración–inclusión,  tenemos  que evitar ciertos errores comunes en los que suelen caer algunas de las estrategias adoptadas.

ERRORES COMUNES SOBRE LA EXCLUSIÓN

  1. Creer (ingenuamente) que la exclusión social es evitable. (es condición humana estructurar la vida desde un grupo formado por "nosotros", frente a un grupo formado por "ellos“). La división social estructural supone la necesidad del diálogo con los otros, en igualdad de dignidad y derechos.
  2. Poner el acento de la exclusión en el conjunto de la sociedad. La exclusión se produce como parte de un proceso vincular o, mutuamente sinérgico entre el individuo excluido y el grupo de los incluidos.  Las perspectivas descritas posicionan pasivamente a los excluidos y ponen toda la carga para la reversión en los que excluyen.
  3. Olvidar la injerencia del imaginario social e institucional sobre la exclusión. Para producir la inclusión y revertir la exclusión, no basta con declarar cómo debería ser todo. Se necesita reconocer la existencia de un imaginario social que va a sostenerlo y a resistirlo, ligado al contexto socio histórico y a los dispositivos culturalmente validados.
  4. Describir un mecanismo único, central, universalmente válido para todas las situaciones de exclusión, sin ver la heterogeneidad de las mismas. Las causas últimas les quedan grandes a las situaciones de exclusión cotidianas, del barrio y de la familia. Esto lleva a considerar a la discriminación como el único mecanismo de exclusión, cuando hay decenas, que operan con propósitos distintos aunque su resultado sea, también, generar exclusión.
  5.  Seguir la lógica lineal de causa - efecto, lo cual lleva a:
a)      Suponer la omnipotencia de un solo actor para modificar la totalidad de la situación.
b)      Reforzar los mecanismos racionales por encima de los vivenciales, proponiendo
soluciones  lógicas para situaciones que nunca se estructuraron lógicamente.
Se las piensa como una cadena de causas y efectos, cuando en realidad provienen de la arbitrariedad del imaginario social y la articulación circunstancial de las leyes y la cultura.



Algunas estrategias  para superar  la exclusión:    

A nivel Institucional:
  • Generar un impacto comunitario: capacidad de transformación de los actores sociales, demostrada a través de resultados comunicados a la comunidad.
  • Alianzas estratégicas: asociación con organizaciones de todo tipo, con las que se sostiene  un vínculo que favorece el logro de objetivos mutuamente relevantes.
  • Apoyos: actividades, estrategias y recursos que, como puentes, faciliten el acceso a las metas de las personas con discapacidad.
  • Participación Social: posicionamiento activo de las personas con discapacidad dentro de su comunidad a través de la construcción de un lugar y rol social valorados.
  • Calidad de Vida: condiciones de vida subjetiva y objetivamente satisfactorias, ordenadas en áreas relevantes para los actores.

A nivel Personal:
  • Cambiar la acción excluyente por una acción inclusiva.
  • Aumentar el reconocimiento de lo otros.
  • Involucrarse en la propia vida

Un “Mapa” para orientarnos en nuestro proceso profesional y “corregir” el rumbo

En su trabajo UD. procura:

a) igualar las oportunidades de la persona con sus conciudadanos,
b) incrementar y fortalecer el cumplimiento de los derechos y los deberes de la persona,
c) generar una inclusión social eficaz,
d) alcanzar las metas de la persona

  • Su trabajo se diseña a partir de los recursos disponibles, adaptados, accesibles y seguros
  • Su trabajo es parte de una estrategia general, ejecutada por otras personas que conocen el mismo plan a partir de documentos institucionales compartidos
  • Su trabajo permite que la persona asuma los roles sociales típicos de sus pares en su ambiente socio-económico-cultural
  • Su trabajo toma muy en cuenta e involucra las fortalezas de la persona,  su familia, amigos, compañeros y vecinos
  • Su trabajo posibilita que la persona sea miembro de los grupos de su ambiente
  • Su trabajo está orientado por los intereses, las preferencias y las necesidades de la persona
  • La persona elige entre las opciones disponibles cuándo, cómo, dónde, con quién usted cumplirá su tarea  
  • La persona es la protagonista mientras usted cumple su trabajo
  • Usted evalúa su trabajo a partir de información y opinión de la persona
  • Usted evalúa en qué grado la persona alcanza sus metas gracias a su trabajo
  • Usted modifica o ajusta su trabajo en función de lo documentado en el plan integral[4]



“Autogestores”:   Un programa  Diferente


            Como ejemplo de un programa basado en  estos modelos,  queremos presentarles este programa surgido a partir de una alianza con la Asociación de padres  canadienses PARKLAND  CLASS y un Hogar Permanente para personas discapacitadas intelectuales y motoras con 396 residentes pupilos permanentes[5], quienes nos convocaron y financiaron  para desarrollar un proyecto de gestión en la propia ciudadanía, autodeterminación, inclusión e integración social.

            Nuestra experiencia en el área de la discapacidad y de los procesos  institucionales nos señalaba que era muy dificultoso para las personas con discapacidad intelectual acceder a la toma de decisiones significativas para sí mismos   dentro del marco institucional.  A fin de revertir esta realidad convocamos a algunos residentes a fin de proponerles que desarrollen un programa de salidas recreativas e integradoras a la comunidad que involucre  principalmente a  todos los residentes y responda a los gustos y deseos de los mismos.  La institución, por su parte,  se comprometería  a brindar los apoyos solicitados para tal fin por este grupo de “autogestores”.

Así creamos   un programa donde se:
1.      Reconozcan a las personas con discapacidad intelectual con derechos plenos e iguales a los demás.
2.      Puedan ejercer ese derecho en forma individual y grupal
3.      Sean sujetos de autodeterminación y  responsabilidad
4.      Generen  estructuras institucionales  estables en donde cada persona con discapacidad intelectual pueda ejercer su derecho de tomar decisiones.
5.      Mejoren su desarrollo personal, la calidad de sus relaciones con otros y su participación comunitaria.


            El grupo se constituyó mediante una exhaustiva búsqueda de cada uno de sus integrantes llevada a cabo por los mismos residentes, quienes  establecieron las cualidades que debían reunir  sus integrantes las cuales se encuentran establecidas por ellos  en el mismo programa.[6]

            Autoconvocado y conformado el grupo se consensuaron entre los propios miembros los objetivos Generales y Específicos, las características de los integrantes  del grupo   y la finalidad que tenían que tener las salidas junto a un plan de acción.


Funcionamiento del grupo



            Contamos con un grupo constituido por ocho integrantes: Designados con un acta el día 19 de abril de 2006.
            Las decisiones  son tomadas por el grupo  en forma democrática, donde cada uno de los integrantes expone su opinión libremente, siguiendo lo establecido en el Manual de Salidas   elaborado  por el mismo grupo.

            Los autogestores,  se reúnen  todos los sábados desde las 11 hasta las 12.30 horas en un lugar establecido por el propio grupo.
En esta reunión semanal se comentan:
  • Los avances y cambios que debieran realizarse en el grupo.
  • Las posibles salidas a realizarse, como y por quienes serán coordinadas.
  • Se analizan las salidas realizadas, estableciendo lo positivo y lo negativo de cada una de ellas para poder aplicarlo a futuro.

Apoyo Institucional

            El grupo está acompañado por  profesionales que habilitan a sus miembros a la toma de decisiones, planificación de tareas y salidas,  ofreciéndoles las distintas alternativas y opciones.        Una vez definidas éstas, se planifica las actividades a desarrollar durante la salida (cronograma), el presupuesto correspondiente, los acompañantes necesarios y demás  elementos  básicos (documentación, planillas médicas etc.).

            Con la salida finalmente planificada, se presenta por escrito  a la dirección de la Institución el programa  y los apoyos necesarios (en orden al  vínculo que cada residente solicita la frecuencia y complejidad necesaria para cada  actividad programada)  para que efectivice la realización de la misma.


Conclusiones del Grupo

            A fin de poder mostrar la evolución  del programa, presentamos  las conclusiones elaboradas por el grupo mismo de autogestores después  de un año de funcionamiento:

EVALUACIÓN  GRUPO  AUTOGESTORES (2007)

A nivel grupal

  • Aprendimos a organizarnos como grupo.
  • El grupo está más afianzado.
  • Aprendimos a debatir, las propuestas que se traigan, entre los integrantes del grupo.
  • Disfrutamos la libertad de elección, el grupo elige: el destino de la salida, quienes nos puedan acompañar, etc.

A nivel individual

  • Aprendimos a delegar, a escuchar, a conocer y valorar al otro.
  • Puntualidad en las salidas respetando los horarios establecidos.
  • Independencia de cada integrante del grupo en la salida que se realice (respetando los gustos de cada miembro) desde las actividades que deseamos realizar hasta que es lo que deseamos comer.
  • Participación en las tareas que cada integrante tiene que cumplir.

Negativo de las reuniones y las salidas


  • Tenemos dificultades para proponer nuestras ideas frente al grupo.
  • Falta de propuestas sobre las actividades que se realizaran durante la salida debido a nuestra falta de conocimientos y experiencias como coordinadores y responsables de las mismas.
 Andrea Aznar, Fabio Ianeselli, Diego G Castañón 


ADJUNTO:       Programa:   Autogestores[6]

Objetivos:

Ø      Crear un grupo de residentes del cottolengo Don Orione de Claypole  (varios son capases de hacer eso) para organizar salidas a los lugares que deseen   y estén a nuestro alcance.

Ø      Ser responsables de llevar a varios residentes a descubrir diferentes lugares y a su vez fortalecer lazos de amistad entre todos.

Ø      Hacer que los residentes del cottolengo  puedan conocer lugares nuevos.

Ø      Lograr mejorar el contacto con los residentes del cottolengo y la gente de afuera.  Generar vínculos sociales. (romper barreras que nos separan de la sociedad)

Ø      Mostrar al mundo que en el cottolengo somos personas normales e iguales que ellos, con distintas patologías, pero que podemos hacer lo mismo que ellos, que sentimos y tenemos los mismos sueños que todos.


Características  de los integrantes del grupo

Los integrantes tienen que Ser: Responsables, pacientes, atentos, solidarios, de mutuo respeto, abiertos a las distintas ideas. Tener  capacidad de dialogo.

Estar atentos a lo que los residentes desean y quieren.

Escuchar los intereses de los demás para en el futuro realizar sus anhelos. 


Características  de  las   salidas

Con las salidas  queremos lograr que los residentes:
Ø      puedan salir,
Ø      disfrutar,
Ø      conocer cosas nuevas,
Ø      manejar su  tiempo,
Ø      que se sientan  libres, 
Ø      que compartan
Ø      que se sientan integrados a la sociedad.

Etapas

Etapa 1: Abril – Mayo  2006

Ø      Buscar los integrantes del grupo gestores y comprometerlos.
Ø      Coordinar  los tiempos para la reunión del equipo gestores
Ø      Establecer lugar de reuniones fechas y horarios. (fijos)

Etapa 2: Junio – Julio  2006

Ø      Organizar primera salida del grupo gestores (conocimiento mutuo de responsables)
Ø      Evaluar salida y responsabilidades del grupo
Ø      Elaboración de un  manual para salidas

Etapa 3: Agosto – Noviembre  2006

Ø      Realizar  primera salida con residentes.
Ø      Evaluación.  Corrección del manual de salidas.
Ø      Programación de  la próxima salida

Etapa 4: Diciembre 2006

Ø      Organización de Vacaciones de verano y el resto de las salidas.


[1] .- Cfr. “Retraso Mental: nuevos paradigmas, nuevas definiciones” Dr. Diego González Castañón,  Vertex Rev. Arg. de Psiquiatría 2000, Vol. XI: 267-272.
[2] .- Aznar, González Castañón y Wahlberg. “Nosotaxia y nosología del Retraso Mental” Vertex Rev. Arg. de Psiquiatría. Nº 26, Septiembre/Octubre 2006, Volumen XVII:  373-377
[3] Aznar Andrea, González Castañón Diego, (2008) “Son o se hacen”, Págs. 65-67, ed. Noveduc Bs.As . Argentina
[4] Cfr., Andrea Aznar, Diego González Castañón (2008) “Son o se Hacen”, Ed. Noveduc Bs. As - Argentina
[5] .-Hogar Centro Educativo Terapéutico Don Orione, Claypole,  Buenos Aires.
[6] .- Ver  Programa Autogestores , redactado  y elaborado por los mismos residentes


[6] .-Escrito y elaborado por los propios residentes del Hogar Don Orione ;CARMINATI, Maria Elena DONATO, Norma, LEZCANO José Maria, LOPEZ Delia, MIÑO  Juan, PEREZ Angélica, ROBLES Marcelo, ZOROCH Alberto, Claypole, Marzo 2006 






 I


2 comentarios:

  1. Somos los Autogestores de Claypole:
    Nuestro lema es NO PIDAN PERMISO PARA VIVIR. A nosotros no nos pidieron permiso para copiar nuestro trabajo en este BLOG. Esto realmente es inclusiòn??

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  2. Es realmente indignante que tomen el trabajo de otro y se lo hagan propio! Es imperdonable que no hayan pedido permiso a los protagonistas de este proyecto de autogestion...

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